"Quiero que salga campeón cualquiera menos Boca"

El Indio espera que los de Ischia no den la vuelta, pero aclara que a Tigre hay que ganarle . Sueña con ser el dueño del arco y asegura que River va a levantar.

No, todavía no lo puedo creer. Ya sé que ese tipo de jugadas son habituales, pero que nos toque a nosotros, en el último minuto y con lo que nos cuesta ganar... Es demasiado". Ya pasaron 72 horas, pero sigue caliente. Más que en la cancha, cuando le protestó y le gritó a Diego Abal que no había sido penal y que estaba cometiendo una injusticia al darle a Argentinos la chance de ganar en el Monumental. "Fue de locos", insiste Daniel Vega, quien más allá del resultado final podría estar tranquilo por esos dos mano a mano que tapó, por las felicitaciones de sus compañeros y por esos primeros aplausos que le regalaron los hinchas de River. Pero no. El Indio ni se acuerda de eso. Lo dice con palabras y lo demuestra con movimientos. Porque a pesar de los 36 grados y pico de sensación térmica, el arquero no deja de ir y venir por el departamento en el que vive justo en el límite entre Liniers y Mataderos. Transpirando, sí. De bronca, obvio. Sólo se calma al cambiar el foco y preguntarle qué tan importante es para él haber tenido la chance de atajar en las dos últimas fechas del Apertura. "Es algo hermoso. Me provoca placer estar ahí, levantar la vista y ver que mis compañeros tienen la camiseta de River. Me dan ganas de sacarme el buzo y ponérmela yo también", dice. Y con temor a quedarse corto en la descripción, sigue: "Yo se los trato de explicar a mis amigos, a mis hermanos. Incluso al que era fanático de Boca. Era, sí. Porque con lo que le estoy haciendo la cabeza, hoy ya lo único que quiere es que gane River".-¿Lo convertiste?-Obvio. En realidad, en lo de mis viejos, allá en Cutral-Có, ya casi no quedó ni uno de Boca. El único es mi cuñado, Juan, que justo vino a visitarme.-¿Y con él no hay caso?-Yo no me rindo.-Pero con River último y Boca cerca de ser campeón debe ser difícil...-No sé. Vamos a ver qué pasa de acá al final del torneo. Falta mucho.-¿Sabés que Tigre debería ganarles a ustedes para presionar a Boca?-Sí, pero eso no va a pasar, Nosotros tenemos que ganarle a Tigre. Estamos últimos y eso no le gusta a nadie. Por eso no podemos darnos el lujo de regalar puntos.-Pero es Boca.-Sí, y esto es River.-¿Y si los hinchas les piden que no se esfuercen a pleno el domingo?-No creo que ningún hincha quiera que River pierda. Insisto, no podemos terminar últimos el campeonato.-¿Entonces no importa quién salga campeón?-Sí, importa, pero quién sabe lo que puede pasar. Por la irregularidad que hay, cualquiera de los que está peleando puede llevarse el título.-¿Y a vos quién te gustaría que fuera?-Tigre, San Lorenzo, Lanús, Newell's, Vélez... Quiero que salga campeón cualquiera menos Boca.Experiencia no le sobra. Pero aunque sólo tiene 384 minutos debajo de esos tres palos, igualmente se enciende al defender a River. Cuenta que le dolió "entrar al equipo por la lesión de un amigo como Marcelo", pero también admite que le encanta ser titular. Aunque eso relegue a Ojeda, su compañeros en las clases de guitarra que empezaron a tomar cuando se sacan los guantes. "Un hobby. Sólo eso"-¿Y adueñarte del arco del River qué es?-Un sueño. Con todo el respeto que me merece Marcelo, me encantaría ser el dueño del arco de River.-¿Y qué te hace falta para conseguirlo?-Rendir cada vez que me toque entrar. Así de fácil.-¿Y no es muy difícil rendir en un equipo que está último y no levanta?-No. Jugar en River siempre es lindo, siempre motiva. No importa el momento. Soy un privilegiado. ¿Sabés cuánta gente sueña con ocupar el lugar en el que estamos nosotros?-Supongo que muchos.--Por eso, a mí me encanta. Pensá que de pibe colgaba las fotos del Mono Burgos y de Bonano en mi pieza.-¿Eran tus espejos?--Me gustaban. Aunque los que más me llamaban la atención eran Scoponi y Chilavert. Uno por la final que le ganó a Boca con Newell's, y el otro por su personalidad, por su estilo. Chila fue un monstruo.-¿Y vos hasta dónde vas a llegar?-Ojalá que lejos. Y por supuesto que acá, en River.-Amadeo Carrizo siempre repite que el arco de River es el más grande del mundo. ¿Es así?-No sé si es el más grande, pero sí estoy seguro de que es el más lindo. Atajé en las Inferiores de San Lorenzo, en Chicago y ahora en River. Y es especial.-Nombraste a San Lorenzo, de donde te tuviste que ir...-Sí, fue un momento duro. Pero hoy aprendí que por algo se dio así.-Y justo el que te dio de baja es Gabriel Rodríguez, tu actual técnico.-Sí, ja, ja. Es mucha coincidencia. En ese entonces, él era el Coordinador General de las Inferiores y yo quedé libre.-¿No te veía condiciones para atajar?-Espero que no haya sido eso, je. Si no, ya estaría en el horno.-¿Pero lo hablaste?-No hizo falta. Pasa que en aquellos tiempos, en San Lorenzo estaban Saja, Orión, Champagne... Y yo quería atajar. Así que mal no me vino irme.-¿En serio?-Totalmente. Al no tener lugar en San Lorenzo, me fui a Chicago y empecé a atajar con continuidad. Si me quedaba en el Ciclón, lo más probable es que hoy no estuviera en River.-¿Y no te quedó un poquito de rencor con Gabriel Rodríguez?-Nooo, para nada. Yo siempre valoro a la gente que va de frente, sin vueltas. Y él fue clarito.-Pero algo debés haber pensado en cuanto lo viste entrar al vestuario de River...-Sí, es cierto. Cuando entró, me le acerqué a saludarlo y, en chiste, le dije: "Ahora no me vas a echar de acá, ¿no?".-¿Y qué te respondió?-Nada, se reía mucho.-Qué alivio, ¿no?-Sí, obvio. Con lo que me costó llegar hasta acá, ahora no quiero irme por nada del mundo.-¿Aunque River venga a los tumbos?-Pase lo que pase. Aunque sé que vamos a levantar.