Otra vez mas de lo mismo

Perdió 2-1 ante un Boca que -con un hombre menos durante gran parte del encuentro- le regaló la iniciativa de juego, pero los dirigidos por Gorosito no supieron cómo ganarlo. Con Buonanotte desaparecido, Falcao aislado y todo un grupo previsible, River se mostró tal cual es: un equipo sin alma ni fútbol.

Duele, pero no sorprende. River tiene los mismos jugadores y padece los mismos problemas con los que terminó último en el Apertura pasado, entonces la derrota ante Boca no llama la atención. Acaso, ¿qué diferencia hubo entre el equipo de Néstor Gorosito en Mar del Plata y aquél de Diego Simeone que, con un gol de Viatri, cayó por 1-0 en el Monumental?
Ninguna. Fueron los mismos protagonistas con las mismas complicaciones y, por desgracia, el mismo patético desenlace. Desde bien temprano, Buonanotte volvió a disfrazarse de fantasma y desapareció del partido, entonces River no tuvo cómo generar juego, porque Abelairas y Augusto tampoco se hicieron cargo de ello. Encima Falcao quedó aislado arriba, perdido entre la defensa rival.
Aún así, la expulsión infantil de Battaglia amagó con cambiar la historia, más todavía después del gol de Cabral, pero nada de eso terminó sucediendo. Es que la roja al capitán de Boca generó en el equipo de Ischia lo mismo que la roja a Ibarra en Núñez. El club de la ribera ajustó filas y, en lugar de quedarse, fue por más. De esa manera, Dátolo logró el empate a sólo tres minutos del entretiempo.
Incluso, en el complemento, Boca salió a defender con tres en el fondo y Roncaglia se sumó a Chávez en el mediocampo. Aunque no para salir a buscar la victoria, sino para regalarle la iniciativa a River, desgastarlo y golpearlo cuando aflojara. Y así terminó ocurriendo: el equipo de Gorosito se paseó por el campo rival durante 25 minutos sin saber qué hacer, entonces Pipo metió a la Tortuga Fernández y sacó a Villagra por Flores con la intención de sumar ofensiva y fútbol, pero no contó con la inteligencia de Ischia, que mandó a la cancha a Noir.
Justamente por el hueco que dejó Villagra, el delantero de Boca se escapó y consiguió un penal en el momento en el que River ya se había resignado a intentar ganar. Dátolo puso el 2-1 y chau Superclásico. Así de fácil y previsible fue el equipo de Gorosito en el primer gran cruce del año. Pero más allá de esta derrota, lo que preocupa es que anoche, en Mar del Plata, River se mostró tal cual es y no tiene más que eso.

Fuente:La pagina millonaria