Con gol de Falcao en el minuto '92, logro empatar un mal partido.
Racing pudo capitalizar una jugada preparada y se iba con una linda alegría de la provincia cuyana, ganando sus segundo partido seguido.
El 1 a 0 depositaba a la Academia en la cima de las posiciones, aunque con un partido más disputado, pero sobre la hora apareció Falcao, para establecer la igualdad.
A pesar de tratarse de un amistoso veraniego, en el Pentagonal de los Grandes. River mostró que todavía no sabe bien a que juega y ya el hincha hizo saber su descontento y el grito de "Ortegaaaa..Ortegaaaa".
Pero cuando parecía que Racing podía liquidarlo de contra, Yacob -que hasta ese momento había sido el mejor de la cancha no solamente por el gol- cortó un avance rival con la mano y vio la segunda amonestación.
El 1 a 0 depositaba a la Academia en la cima de las posiciones, aunque con un partido más disputado, pero sobre la hora apareció Falcao, para establecer la igualdad.
A pesar de tratarse de un amistoso veraniego, en el Pentagonal de los Grandes. River mostró que todavía no sabe bien a que juega y ya el hincha hizo saber su descontento y el grito de "Ortegaaaa..Ortegaaaa".
Pero cuando parecía que Racing podía liquidarlo de contra, Yacob -que hasta ese momento había sido el mejor de la cancha no solamente por el gol- cortó un avance rival con la mano y vio la segunda amonestación.
Eso hizo que Racing debiera recomponer su esquema. River, ante eso, intentó enviando a la cancha primero a la Tortuga Fernández y luego a Mauro Días, pero nada de eso generó el efecto buscado. ¿Cuales fueron los dividendos?, una pelota a la que Ferrari se llevó por delante, un zurdazo de Buonanotte que se fue arriba y una que salvó Peppino.
Pero en el enésimo centro, apareció un hombre que tiene el gol entre ceja y ceja como Falcao y estableció la igualdad.
Así, con espasmos y emociones, con vaivenes y contradicciones, se resolvió el clásico. Un clásico devaluado, mal jugado, friccionado y fronterizo con el desencanto hasta que llegaron los goles. Porque el resultado terminó siendo lo mejor que consiguieron River y Racing. River, porque se supo recuperar en la desventaja, igual que contra Independiente y a diferencia de lo que le sucedía en los últimos tiempos del 2008.
Así, con espasmos y emociones, con vaivenes y contradicciones, se resolvió el clásico. Un clásico devaluado, mal jugado, friccionado y fronterizo con el desencanto hasta que llegaron los goles. Porque el resultado terminó siendo lo mejor que consiguieron River y Racing. River, porque se supo recuperar en la desventaja, igual que contra Independiente y a diferencia de lo que le sucedía en los últimos tiempos del 2008.
Y Racing porque, en días de tensiones, estuvo a medio paso de superar el estigma con la camiseta de la banda roja.
Fuente: Diario deportivo Ole y Esparavos.com
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